Contar con un fondo de emergencias familiar evita que los gastos inesperados te desvíen de tus metas económicas.
Un fondo de emergencias familiar es un plan B. Es decir, un apoyo económico para manejar ciertos contratiempos.
Contar con un fondo de emergencias familiar evita que los gastos imprevistos descuadren tu presupuesto. También evita que te endeudes recurriendo al uso de tarjetas de crédito o solicitando un préstamo repentinamente.
Un fondo de emergencias familiar es una inversión sabia
Contar con un presupuesto limitado no debe ser razón para no tenerlo. Al contrario, es una razón más poderosa para comenzar ya.
¿Te has planteado cómo cumplirías con tus responsabilidades económicas si pierdes tu empleo? ¿O si sufres lesiones graves y no puedes generar un ingreso temporeramente? ¿Con qué pagarías el tratamiento de una enfermedad crónica?
Comienza tu fondo de emergencias familiar
Los consejos a continuación te servirán de guía para comenzar tu fondo de emergencias familiar, aunque tengas un presupuesto limitado.
Determina la cantidad
La cantidad adecuada para un fondo de emergencias saludable varía por familia. Cada familia tendrá metas diferentes, según sus gastos y compromisos económicos. Considera tus necesidades actuales y las de tu familia.
La mayoría de los expertos en finanzas recomiendan que sea suficiente para cubrir los gastos básicos del hogar por tres meses, mínimo. Otros recomiendan que sea por seis meses. Además, debes añadir tres meses por cada persona que dependa de tu ingreso.
La tabla a continuación ofrece una guía:
Haz un plan de ahorros
Asigna una cantidad mensual que puedas ahorrar. No tiene que ser mucho. Debe ser una cantidad que puedas comprometer mensualmente a este propósito. Lo importante es empezar.
No te desanimes cuando calcules la cantidad que debe tener tu fondo de emergencias. Es de esperarse que te tome algún tiempo reunir la cantidad necesaria. Si la cifra te parece muy abrumadora, proponte metas más pequeñas hasta alcanzar una cifra saludable para tu fondo familiar.
Evalúalo anualmente
Tus metas y necesidades económicas cambian con el tiempo. Es probable que elimines algunos gastos o adquieras nuevos. También puede que reduzcas ciertos gastos y aumentes otros.
Por lo tanto, es necesario que evalúes tu plan para el fondo de emergencias familiar anualmente. Ajústalo según sea necesario.
Piensa en el futuro
Los planes cambian. Seguramente te pondrás nuevas metas. Metas que no tenías cuando planificaste tu fondo de emergencias.
Un fondo de emergencias familiar es dinámico
Puedes ajustar, en cualquier momento, la cantidad que ahorras mensualmente para dar paso a tus necesidades o metas futuras.
Una vez llegues a la meta de tu fondo de emergencias, no tienes por qué dejar de ahorrar. Sigue añadiendo dinero a tu fondo regularmente. Puede ser una cantidad menor a la que decidiste inicialmente. Después de todo, ya alcanzaste tu meta principal.
Ahora lo importante es seguir alimentando ese fondo de emergencias regularmente. Estarás listo para afrontar cualquier gasto inesperado y lograrás tus metas económicas.