¡Tranquilo! Tenemos mucho que hacer, pero comencemos por lo más básico. ¡Sí se puede!
Alrededor de una en cada tres personas en los Estados Unidos tendrá cáncer a lo largo de su vida. Puede ocurrir a cualquier edad, pero nueve de cada diez casos son diagnosticados en personas que tienen más de 50 años. Es importante reconocer que el cáncer nos puede tocar a todos en cualquier momento. Quizás estás leyendo esto porque ahora te tocó a ti o a un ser querido. Por eso queremos compartir contigo consejos de cómo debes afrontar esta enfermedad.
¿Qué pasa si te diagnosticaron cáncer?
Las preguntas como “¿por qué a mí?” ya no tienen cabida en tu cabeza. De nada sirve pensar qué pudiste haber corregido o no en el pasado. Es casi imposible saber qué ocurrió en el cuerpo para causar el cáncer. No le des vueltas al asunto. Ahora céntrate en la solución y enfócate en tus prioridades.
Prioridad 1: lo más importante, la actitud
Lee bien las dos siguientes frases porque van a ser tu filosofía a partir de ahora: “No te preocupes por lo que puede salir mal. ¡Entusiásmate por lo que puede salir bien!” Esa es la actitud que debes tener y con la que conseguirás resultados.
Prioridad 2: tu médico
Tu médico es vital. No solo porque te ayudará a elegir el mejor tratamiento sino porque — y esto es más importante aún — los médicos no se rinden. Tú tampoco debes rendirte y por eso necesitas personas que piensen de esa manera a tu lado. Pregunta absolutamente todo y no te quedes con dudas médicas ya que eso genera incertidumbre.
Prioridad 3: toda ayuda es bienvenida
Buscar apoyo de cualquier tipo no es una debilidad. ¡Para ser fuerte no hace falta estar solo! Toda la ayuda que recibas, tanto emocional, familiar o espiritual, es otro factor que debes potenciar. Si otras personas superaron el cáncer, ¿por qué no vas a hacerlo tú? Visita el sitio web de la Red de Supervivientes al Cáncer (CSN) y haz lo mismo qué hicieron otras personas antes que tú en tu misma situación.
Prioridad 4: elige el mejor plan de salud para ti
El cáncer es un tema que tendrás que conocer a fondo. El costo de combatir la enfermedad depende del tipo de tratamiento, su duración y la cantidad de veces que se lleve a cabo. El costo también varía si puedes tratarte en tu casa o necesitas acudir a una clínica o un hospital. Por eso, antes de empezar el tratamiento, averigua si tu seguro pagaría por tu cuidado y qué parte de los costos tendrías que cubrir tú (deducibles, procedimientos o equipos no cubiertos).
¿Por qué es tan importante?
Saber con anticipación lo que tu plan cubre es fundamental. Esto te proporcionará muchísima calma a la hora de tomar decisiones en cuanto a los tratamientos, ¡sobre todo cuando puedes actuar inmediatamente, desde los primeros síntomas! Hay pólizas de seguro que te permiten recibir casi todo el dinero de los beneficios directamente y en un solo pago fijo. Así puedes usarlo cuando lo necesites, sin esperas innecesarias.
Cuenta con medidas prácticas y reales para hacerle frente a una enfermedad crítica. No te quedes con dudas. Llámanos hoy mismo y te ayudaremos a elegir la póliza que mejor se adapte a tus necesidades.